
El blanqueamiento dental es un procedimiento cada vez más demandado entre los pacientes de las clínicas dentales que buscan mejorar la estética de su sonrisa.
Se trata de un procedimiento sencillo y rápido, con muy buenos resultados en casi todos los casos. Por eso, si estás pensando en blanquearte los dientes, este artículo te interesa.
Sigue leyendo y descubrirás los beneficios de un blanqueamiento dental profesional y también sus muy escasos contras.
Cuándo se necesita un blanqueamiento dental
El paso del tiempo es uno de los elementos que tiene un impacto en el aspecto y color de la dentadura.
El consumo de determinados alimentos, como el café, el te o el vino, algunos alimentos con altos niveles de colorantes o bebidas carbonatadas y malos hábitos como el consumo de tabaco pueden conllevar la aparición de manchas o el oscurecimiento paulatino del esmalte dental.
Por otro lado, existen causas intrínsecas como la hipoplasia, que es un defecto del esmalte que hace que este cambie de tono, o el uso continuado de algunas sustancias, especialmente:
- La tetraciclina, un antibiótico que tiene como efecto secundario la formación de bandas de color en la superficie de los dientes.
- El fluor, que si se usa en exceso provoca decoloraciones blancas en la dentina.
- Los colutorios dentales.
Otra razón para el oscurecimiento de la dentina son los traumatismos dentales.
No todas las manchas son eliminables con un tratamiento de blanqueamiento, pero muchas sí. En el caso de las manchas tratables, estas desaparecen tras el blanqueamiento, los dientes recuperan su brillo natural y aparecen blancos y uniformes.
No es algo permanente, ya que después deberes mantener ese resultado con una correcta higiene dental y quizás también un cambio de hábitos, pero es una solución rápida y eficaz para mejorar vuestra sonrisa.
CÓMO SE BLANQUEAN LOS DIENTES
El tratamiento se puede realizar en casa, con una férula, o en la consulta, y consiste básicamente en la aplicación de una sustancia química blanqueadora que se activa con luz led o láser.
En el caso de que se realice en la consulta, puede suplementarse con un refuerzo en el domicilio. También hay diferencias según si las manchas en los dientes tienen origen interno o externo:
- Cuando el origen es externo, se usa un gel de peróxido de hidrógeno o carbamida para blanquear externamente el diente. Cuando se hace en la clínica se realiza en entre 30 y 50 minutos. Si se prefiere el tratamiento en el hogar, se fabrican férulas dentales a medida. Pero el tratamiento doméstico es menos efectivo y duradero.
- Cuando la mancha es intrínseca, el procedimiento es algo más complejo. En esos casos hay que introducir el gel en el interior del diente y realizar un empaste para cerrar el hueco. Solo se puede hacer en la consulta y se necesita más de una sesión para el tratamiento. Su duración en el tiempo es más larga que en el otro caso.
BENEFICIOS DE UN BLANQUEAMIENTO DENTAL
Una sonrisa más blanca es una mejora estética evidente por sí misma y seguramente es la principal razón que empuja a alguien a realizarse un blanqueamiento.
Una sonrisa bonita mejora el aspecto general del rostro y es la mejor carta de presentación en múltiples circunstancias sociales, además de mejorar la confianza del paciente en sí mismo.
Pero esa no es la única ventaja de un blanqueamiento dental:
- Se trata de una técnica relativamente poco invasiva, muy conservadora respecto al tejido dentario.
- Es indoloro y efectivo. Además, sus resultados suelen ser duradores y repercute en una mejor rutina de limpieza buco-dental, ya que los pacientes suelen querer conservar su dentadura nuevamente blanca.
- Es un procedimiento rápido. Las sesiones de blanqueamiento raramente superan los 50 minutos de duración, y en algunos casos se pueden realizar en casa. Eso es un plus de comodidad y explica por qué se trata de una técnica tan demandada. La facilidad de la misma la hace ideal para personas que requieren de una mejora estética rápida antes de un evento importante. Por ejemplo, es un clásico entre los tratamientos más demandados por las novias antes de su boda.
- Apenas tiene efectos secundarios. Lo único reseñable es que tras el tratamiento aumenta la sensibilidad dental durante unos días, a veces durante hasta una semana. También puede aparecer algo de sensibilidad en la encía. El tiempo de duración de esa sensación depende del paciente, pero se puede combatir con el uso de una pasta dentífrica para dientes sensibles y evitando consumir alimentos muy fríos o muy calientes.
Lo único que debéis entender es que, como pasa con todos los tratamientos estéticos, los efectos de un blanqueamiento dental no son eternos. No duran para siempre.
A la larga, si se mantienen los mismos malos hábitos o se descuida la higiene dental las manchas y decoloraciones pueden reaparecer. Por eso es importante que cuidéis la salud de vuestros dientes.
CASOS EN QUE NO ES RECOMENDABLE UN BLANQUEAMIENTO DENTAL
Hay que recordar que, aunque sea rápido, sencillo e indoloro, no deja de ser un procedimiento médico, y como tal debe ser realizado.
Además, hay que tener en cuenta que no todas las manchas responden igual al blanqueamiento. Las causadas por la tetraciclina no suelen ser fáciles de eliminar y requieren, como mínimo, sesiones más largas.
Por eso es importante establecer el origen de la mancha o el oscurecimiento antes de empezar el tratamiento. Puede que os salgan más a cuenta otras opciones, como las carillas dentales o las coronas.
Tampoco se puede realizar en dientes dañados ni en dientes no naturales, ya sean coronas, fundas o producto de reconstrucciones.
Asimismo, no se recomienda blanquear los dientes de mujeres embarazadas o que están dando el pecho, ya que los productos químicos utilizados pueden afectar al niño.
En todo caso, hay que ser cuidadoso a la hora de elegir al profesional que lo va a realizar, ya que solo los especialistas saben como hacerlo bien.
Por eso, si estás pensando en blanquearte los dientes, debes empezar por hablar con tu odontólogo de confianza y dejarte guiar por él.